Casa Lajares

Casa ecológica en Fuerteventura

Una vivienda para una familia con niños, con un condicionante muy claro, un presupuesto ajustado.

Trabajamos desde el primer momento con los clientes, la elección de la parcela fue determinante. Encontramos una parcela residual, situada en el límite entre el terreno urbano y una zona natural protegida. Una parcela irregular, de forma triangular y con mucha pendiente pero con un precio realmente económico.

Nuestra propuesta puso en valor la singularidad de la parcela, diseñando una casa moderna en la que aprovechamos al máximo la situación especial de la misma, linda con un precioso entorno natural protegido. La vivienda debía relacionarse solo con el paisaje volcánico y dar la espalda al resto de edificaciones. Los límites de la parcela desaparecen y la casa parece ubicarse en un inmenso paisaje natural.

El propietario se encuentra en una vivienda de borde, en la que su parcela no tiene límites y a su vez está protegido, del resto de viviendas.

Diseño de la vivienda

Debía ser económica y a su vez aprovechar al máximo las bondades del clima de la isla. Las diferencias de temperatura se producen entre el día y la noche manteniéndose más o menos constante durante todo el año. La zona de uso diario se buscó las inercias térmicas, conectándola con el suelo y los muros de contención, pudiendo mantener una temperatura estable. Por el contrario la zona de noche, con espacios más reducidos, se aisló perfectamente del exterior y se desconectó del suelo. Buscamos una zona de confort fácil de controlar con un aporte mínimo de energía.

De esta forma, diseñamos una vivienda ecológica donde las zonas de noche se encuentran perfectamente delimitadas, aisladas, estancas con pequeños huecos, mientras que la zona de día no está construida, es el espacio existente entre los muros de mampostería que conforman el terreno y la zona de habitaciones. Un espacio irregular que asume la singularidad de la parcela. Los grandes ventanales caracterizan esta zona, permeable desde el patio de acceso hasta el paisaje exterior.

La forma de la casa también tuvo en cuenta los vientos predominantes de la isla, para que sus habitantes pudieran aprovechar al máximo los espacios exteriores.

Se decidió no actuar en toda la parcela, acotando la intervención aproximadamente a la mitad de la misma. La casa pertenece al entorno existente, se integra en él mismo, además de reducir costes.